Monday, August 30, 2010

Paréntesis mundano

Una despertada temprano. Una salida a tomar un desayuno típico de por aquí, huevos fritos con tocino y papas fritas. Y por supuesto café. Antes paso por un boliche a comprar el diario. Sentado me atiende una colosal (muy) joven camarera vestido negro cortito. Se encuclilla a pocos metros delante de mí a recoger algo y me puedo dar cuenta de que anda entera enterito de negro. Una buena comenzada del día y la posterior verguenza y recriminación de viejo voyerista. Las fantasías de que a lo mejor a lo mejor la exhibición puede haber sido intencional. No tengo nada contra la igualdad absoluta de la mujer en todas las facetas de la existencia personal y social. Que caiga fuego de los cielos sobre quienes quieren mantenerlas en su lugar, impedirles la educación, el poder, la creación y el goce, no importa de dónde vengan ni quienes sean. Aspiro a mantener mi erotismo absolutamente heterosexual y un poco anticuado que se deleita viendo la exposición incluso involuntaria de unos calzones. Un mundo regido por mujeres sería mejor que éste. Pero todavía tienen cuerpo.